Ardor de estómago
Spento

Cuando se está ante una sensación de “ardor-acidez de estómago” los Médicos hablan de reflujo gastroesofágico. Este consiste en que parte del contenido del estómago sube hacia el esófago, un fenómeno que en realidad ocurre normalmente en todas las personas durante periodos breves de tiempo a lo largo de todo el día (sobre todo después de las comidas) y que generalmente no produce molestias. Aquellos que se lamentan de ardor y regurgitación ácida leves, cuando estas molestias aparecen esporádicamente, no de forma continua, es probable que no tengan nada verdaderamente serio y que no requieran tratamientos particulares. De todas maneras, es fundamental llevar un estilo de vida correcto y también puede tomarse un producto natural para aliviar las molestias, especialmente las sensaciones de ardor y acidez. Aquellos que, en cambio, sufren a menudo o de forma continua estas molestias, sobre todo cuando su intensidad es considerable, es posible que padezcan un auténtico estado de enfermedad, conocido como enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), que debe ser tratada por un médico.

Los síntomas más frecuentes y característicos de la enfermedad por reflujo son:
• Sensación de “ardor” (denominada “pirosis”) en la parte anterior del tórax, que en ocasiones puede extenderse hasta la garganta, o en el dorso, en la zona entre las escápulas.
• Regurgitación del contenido del estómago con sensación de sabor amargo o ácido. Estas molestias pueden aparecer en cualquier momento del día, pero son más frecuentes después de las comidas y cuando se está acostado. En algunos casos la enfermedad por reflujo puede originar síntomas “atípicos” (independientes de la digestión), por ejemplo dolor en el tórax, tos o ronquera persistentes, etc.

Algunos medicamentos, o en raras ocasiones una operación quirúrgica, alivian los síntomas y previenen o curan las lesiones del esófago. Los medicamentos pueden tomarse “según necesidad” (o sea, cuando se manifiestan los síntomas) o bien durante ciclos breves o en modo continuo, incluso durante mucho tiempo. Sin duda son siempre muy útiles determinadas recomendaciones sobre alimentación y hábitos cotidianos que permiten reducir el reflujo de material ácido procedente del estómago.

En los casos más leves puede ser suficiente tomar productos, que pueden ser naturales, que protejan la frágil mucosa del esófago y contrarresten la acidez del material gástrico, reduciendo así la acción lesiva de los jugos gástricos que alcanzan el esófago. En los casos más intensos, en cambio, se requieren medicamentos muy potentes (llamados “inhibidores de la bomba de protones” o IBP) que bloqueen la producción de jugos ácidos en el estómago. Las dosis y duración de estos tratamientos deben establecerse de acuerdo con el Médico en función de los trastornos manifestados y los resultados obtenidos.

Cuando aparece acidez de estómago y se están tomando estos medicamentos hay que explicárselo al Médico, quien decidirá si seguir el tratamiento -quizás recetando productos que controlen el trastorno- o bien sustituir el medicamento que probablemente provoca el problema.
A continuación algunos medicamentos que pueden producir acidez:

  • Medicamentos antiinflamatorios denominados AINEs (de los que a menudo se abusa para tratar el dolor musculo esquelético
  • Cortisónicos
  • Levodopa (fármaco anti parkinsoniano)
  • Bifosfonatos (se administran para la osteoporosis
  • Teofilina y derivados (antiasmáticos)
  • Antagonistas del calcio y betabloqueantes (se administran para problemas de corazón o hipertensión)
  • Sales de hierro (anti anémicos) y de potasio
  • Nitroderivados (se administran para problemas de corazón)
  • Anticolinérgicos
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